El exgobernador no dejó pasar las acusaciones de Javier Milei sobre su propuesta fiscal y salió a responder con dureza. Desde sus redes sociales, apuntó directamente contra el mandatario, al que calificó de ultraderechista, en un cruce que expone la creciente tensión política en torno al rumbo económico.
Juan Schiaretti cruzó a Javier Milei: “El Presidente miente descaradamente”.
“El Presidente miente descaradamente cuando se refiere a mi propuesta fiscal”. Con esa contundente declaración, Juan Schiaretti respondió a las acusaciones de Javier Milei, quien en su discurso ante la Bolsa de Comercio de Córdoba aseguró que el exgobernador pretendía “aumentar el déficit en siete puntos” y aplicar un IVA del 42%.
El cruce pone en evidencia la tensión entre el oficialismo y los referentes opositores en plena campaña electoral. Schiaretti buscó desmentir de manera directa lo que calificó de distorsión de sus políticas, mientras Milei mantiene un discurso orientado a polarizar y a presentar a sus rivales como responsables de los problemas económicos del país. Este enfrentamiento refleja no solo la disputa por el control del relato fiscal, sino también la estrategia del Presidente de instalar un marco de conflicto frente a la opinión pública.
Juan Schiaretti, candidato a diputado nacional por Córdoba, utilizó sus redes sociales para responder a las acusaciones de Javier Milei durante su visita de campaña a la provincia. En su mensaje, rechazó las imputaciones del mandatario libertario y detalló los ejes de su programa fiscal: una reforma tributaria sin aumentar la presión impositiva, eliminación de retenciones, combate a la evasión y un equilibrio fiscal que, según subrayó, debe ir acompañado de justicia social.
La intervención de Schiaretti no solo busca desmentir lo afirmado por Milei —quien lo había acusado de querer “aumentar el déficit en siete puntos” y elevar el IVA al 42%—, sino también posicionarse como un contrapeso frente al plan de desregulación y flexibilización laboral que propone el Presidente. En plena campaña, el intercambio pone en evidencia la estrategia de Milei de polarizar el debate económico y la respuesta de la oposición tratando de reconstruir un relato basado en responsabilidad fiscal y equilibrio social.
Milei en Córdoba: números inflados y dogma de ajuste
Javier Milei desembarcó en Córdoba, la provincia que lo catapultó en 2023 con un histórico 74% de los votos, con el objetivo de apuntalar a sus candidatos legislativos. Eligió el aniversario de la Bolsa de Comercio de Córdoba como escenario para reiterar su mantra de “déficit cero o nada”.
En su discurso, el Presidente volvió a presentarse como víctima de las resistencias a su plan económico, cargó contra el kirchnerismo —“ya vimos quiénes son los forajidos”— y proclamó que su gestión había “sacado de la pobreza a 12 millones de argentinos”. Con un tono cercano al mesiánico, prometió que en 2026 la inflación será “apenas un mal recuerdo”, mientras descalificaba cualquier alternativa que no se ajuste a su dogma de ajuste permanente.
El mensaje buscó amalgamar épica y promesas de prosperidad, pero revela un patrón recurrente: la sobreestimación de logros económicos y la criminalización de los adversarios políticos como estrategia para consolidar consenso en torno a un plan que prioriza la desregulación y la flexibilización laboral, pese a la fragilidad de los indicadores macroeconómicos.
El escenario cordobés: marca contra nombre propio
En Córdoba, Javier Milei busca consolidar la figura de Gonzalo Roca, un candidato libertario de bajo perfil, mientras Juan Schiaretti apuesta al peso de su propia imagen y al reconocimiento de la marca Provincias Unidas. Al frente de la campaña de La Libertad Avanza se encuentra el diputado Gabriel Bornoroni, empresario vinculado al sector de combustibles, quien lidera la estrategia de posicionamiento del espacio en la provincia.
La lista de candidatos fue avalada por Karina Milei y conformada con dirigentes cercanos a Bornoroni. Sin embargo, en la Casa Rosada crece la preocupación: tras la contundente derrota en la provincia de Buenos Aires, las últimas encuestas muestran que, en Córdoba, los libertarios todavía están detrás del schiarettismo, lo que revela la dificultad de traducir el impulso nacional de Milei en apoyos locales.
El choque entre el peso de la marca y la apuesta por nombres propios refleja una disputa electoral central: mientras Schiaretti se apoya en estructuras conocidas y capital político consolidado, Milei intenta trasladar su narrativa nacional a una provincia que, aunque clave para su imagen, exige estrategias locales más sólidas para garantizar resultados.

