El planeta arteba se prepara para su edición 2025, pero no escapa a la crisis general del país

Cada nueva edición de arteBA se vive como un viaje a otro mundo, donde parecen desaparecer la crisis, los conflictos económicos y las tensiones políticas. Esta vez, el evento logró incrementar la cantidad de socios, mecenas y colaboradores que apoyan su financiamiento, consolidándose como un espacio clave en el calendario artístico local e internacional. Sin embargo, la previa estuvo marcada por tensiones: varias galerías de renombre decidieron no participar debido a la presencia de una casa de subastas, aunque finalmente esta sí estará presente.

La preparación de la feria no fue sencilla: se registraron intensos debates entre galeristas, revisiones constantes de los espacios disponibles y ajustes en los costos de los stands. Algunos expositores redujeron sus metros, mientras que otros optaron por no participar.

En la presentación del jueves, Arthaus abrió sus puertas para recibir a los integrantes de la Fundación arteBA. Su director general, Andrés Buhar, adelantó que planea adquirir entre una y dos obras, aunque mantuvo el misterio sobre cuáles: “Será una sorpresa. Pero no voy a adelantar nada”. Destacó la intención de fortalecer la colaboración entre arteBA y Arthaus, sobre todo en los programas educativos de ambas instituciones.

Este año, al menos seis galerías reconocidas no estarán presentes, entre ellas Cosmocosa, Isla Flotante, Gachi Prieto, Sasha Dávila y Sendrós. Los costos de los stands siguen siendo elevados: un espacio de 60 metros cuadrados con montaje incluido supera los 40.000 dólares, y algunas galerías redujeron su tamaño en un 40% respecto de la edición anterior, concentrándose en lo mejor de sus artistas.

Además de los premios habituales —Santander, Main Sponsor, Pinamar y otros— Marion Eppinger recibirá una distinción especial, y se celebrarán los aniversarios de las galerías Benzacar (60 años), Palatina (50) y Sur (40). La presentación fue discreta, con un catering austero compuesto por quesos, panes de colores, merengues frutados y vinos malbec o cabernet. Más que un evento social, fue un reconocimiento a los patrocinadores que permiten la realización de la feria en un contexto económico complejo.

Entre los asistentes —galeristas, curadores, artistas y coleccionistas— las conversaciones giraron tanto en torno a los costos de los stands como al estado general del mercado del arte, marcado por la retracción y la cautela de los compradores. Buhar destacó la importancia de fomentar el coleccionismo y la creación de comunidad, mientras que las autoridades culturales remarcaron la necesidad de mantener vivas las instituciones y apoyar la escena artística.

Este año participarán 70 galerías, de las cuales 15 son internacionales. La feria abrirá sus puertas en Costa Salguero del 29 al 31 de agosto, con un pre-opening exclusivo para invitados y prensa los días 27 y 28, de 12 a 20 horas.

El comité de selección de la Sección Principal destacó que, a pesar de la coyuntura difícil tanto en Argentina como en el exterior, se priorizó la selección de obras accesibles y de gran valor artístico, con especial atención a artistas de mediana carrera y a la nueva generación de coleccionistas que busca obras de su propia generación.

Larisa Andreani, presidenta de la Fundación arteBA, resumió el espíritu de la feria: agradecer a los patrocinadores y celebrar la consolidación del arte argentino en un contexto desafiante, reafirmando que el evento dinamiza la escena artística y fortalece la comunidad cultural del país, según informó Junín Al Minuto.