Tras la decisión del juzgado de Servini de declararse incompetente, el juez que lleva adelante la investigación por el caso de corrupción en ANDIS también rechazó el expediente. Ahora será la Cámara Federal de Buenos Aires la que deba definir qué magistrado tendrá competencia en la causa por la estafa internacional vinculada a las criptomonedas.
Caso Libra: Martínez De Giorgi rechazó ponerse al frente de la causa
El juez federal Marcelo Martínez De Giorgi rechazó hacerse cargo de la causa $Libra, que indaga la megaestafa con la criptomoneda impulsada por el presidente Javier Milei. El expediente, lejos de avanzar, quedó nuevamente a la deriva y será la Cámara Federal porteña la que deberá definir qué magistrado tendrá finalmente competencia.
Martínez De Giorgi, que ya instruye el caso por el escándalo de corrupción en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) —un expediente que roza a la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, por presuntas coimas a laboratorios proveedores de medicamentos—, argumentó que una decisión anterior de la Cámara había ordenado tramitar ambas causas por separado. Aunque reconoció la conveniencia de unificarlas, sostuvo que “hasta tanto esa situación no sea revertida”, no podía aceptar la competencia.
El movimiento del juez responde a la derivación hecha por su colega Ariel Lijo, quien como subrogante del juzgado de María Servini también se declaró incompetente y trasladó el caso por “conexidad”. Tanto Lijo —excandidato de Milei para integrar la Corte Suprema— como Martínez De Giorgi coincidieron en que ambas investigaciones deberían tramitarse en forma conjunta para “evitar un dispendio jurisdiccional”, pero eligieron no asumir la carga hasta que la Cámara lo disponga.
Mientras tanto, la fiscalía de Eduardo Taiano concentra las dos pesquisas: la de la presunta estafa internacional con criptomonedas y la de los supuestos sobornos en ANDIS. Por ahora, el único expediente que seguirá bajo la órbita de Martínez De Giorgi es el originado en la denuncia de los diputados Mónica Frade y Maximiliano Ferraro, que pidieron investigar si Karina Milei, en su rol de secretaria General de la Presidencia, incurrió en delitos vinculados a dádivas.
Las idas y vueltas en los tribunales dejan al descubierto una pulseada silenciosa en torno a quién cargará con investigaciones de alto voltaje político y económico, donde el apellido Milei aparece, directa o indirectamente, en el centro de la escena.

