El peronismo no preveía que La Libertad Avanza lograra imponerse tras la elección de septiembre. Apenas se conocieron los resultados, en el kirchnerismo volvió a mencionarse la postura de Cristina Fernández de Kirchner en contra del desdoblamiento electoral. En cambio, dentro del kicillofismo, el panorama fue leído con menor dramatismo.
El voto en Buenos Aires reconfigura el mapa interno del peronismo y abre una etapa de crisis
El Conurbano va a salvar la Patria y Cristina tenía razón. La publicación de la intendenta de Quilmes y dirigente de La Cámpora, Mayra Mendoza, minutos antes de que se conocieran oficialmente los resultados de las elecciones de este domingo, anticipó el eje de la discusión que se abrirá en el peronismo bonaerense. O, al menos, el enfoque que buscará instalar el kirchnerismo.
Lo cierto es que el clima de euforia que habían dejado los comicios del 7 de septiembre estuvo lejos de repetirse para Fuerza Patria en esta nueva cita electoral, y las interpretaciones dentro del oficialismo son diversas.
El peronismo confiaba en un triunfo. No de la magnitud alcanzada en los comicios provinciales —cuando logró una ventaja de casi 14 puntos sobre La Libertad Avanza—, pero sí con la expectativa de imponerse por un margen de un solo dígito, más cercano a los nueve puntos que a la paridad. Sin embargo, al cierre de esta nota, el conteo ubicaba al oficialismo unos 40 mil votos por debajo de Diego Santilli.
Desde Quilmes, Mayra Mendoza volvió a expresar la postura del kirchnerismo: el desdoblamiento de las elecciones en la provincia de Buenos Aires, decisión del gobernador Axel Kicillof, fue un error estratégico.
Hasta el final de la campaña, Kicillof había defendido la medida que, según él, le había asegurado al peronismo la victoria en septiembre. Este domingo, en su discurso, insistió: “Luego del 7 de septiembre, cuando el pueblo de la Provincia se pronunció, el gobierno se fue a Estados Unidos a pedirle apoyo al gobierno norteamericano”.
Fuera del búnker, un ministro provincial fue más tajante: “Si no desdoblábamos, perdíamos todo: desde los consejos escolares hasta la Legislatura.

La lectura predominante entre los dirigentes que se acercaron a La Plata coincidió en un punto: esta vez se impuso el “voto útil” en favor de La Libertad Avanza. Además, señalaron que aumentó la participación electoral y que buena parte de ese nuevo caudal de votantes no se volcó hacia Fuerza Patria.
Con el correr de las horas, el clima en el búnker de Fuerza Patria fue cambiando. En el segundo piso, y con la derrota ya asumida, se reunieron el gobernador Axel Kicillof, el líder del Frente Renovador Sergio Massa, el presidente del PJ bonaerense Máximo Kirchner y el referente de Fuerza Patria Juan Grabois. El objetivo: definir la postura pública frente al nuevo escenario y acordar un mensaje unificado.
En la previa, cuando aún se proyectaba una victoria, estaba previsto que todos los dirigentes tomaran la palabra, incluso el primer candidato a diputado nacional, Jorge Taiana. Sin embargo, nada de eso ocurrió. Finalmente, solo Kicillof habló ante la militancia.
Al escenario subieron los principales candidatos de la lista: Vanesa Siley, Sergio Palazzo, Juan Grabois, Jimena López y Jorge Taiana. También se sumaron los referentes de los distintos espacios del oficialismo: Sergio Massa y Máximo Kirchner. Junto a ellos estuvieron el presidente de la Cámara de Diputados bonaerense, Alexis Guerrera, y la vicegobernadora Verónica Magario.

El peronismo va a redoblar los esfuerzos para cuidar a nuestra gente. Sin miedo ni tristeza. Más organización y militancia”, afirmó el gobernador Axel Kicillof ante militantes, dirigentes e intendentes reunidos en el búnker de Fuerza Patria, donde se montó un escenario de dimensiones similares al de la elección de septiembre. Kicillof también subrayó que, a partir de ahora, el peronismo enfrenta “una responsabilidad mayor”: construir una alternativa de cara a 2027.
“Axel estaba entero. Obviamente, no es lo mismo ganar que empatar, pero tenemos que seguir trabajando. Iba a ser una elección polarizada. Esto es así”, relató un funcionario que acompañó al mandatario dentro y fuera del búnker.
Desde el Frente Renovador enfatizaron que, a nivel nacional, el peronismo arriesgaba 46 bancas y logró retenerlas todas. En la provincia de Buenos Aires, se ponían en juego 15 bancas y Fuerza Patria consiguió 16, aumentando así su representación.
Los análisis sobre los resultados del domingo varían según el sector. Un intendente de La Cámpora presente en el búnker respaldó la teoría de Mayra Mendoza: “Además de que ganó el miedo, esto no pasaba si no desdoblábamos”.
Otro factor que comenzó a analizarse fue la performance de Fernando Gray, intendente de Esteban Echeverría y candidato de Unión Federal, que obtuvo 45.500 votos, prácticamente la diferencia que le sacó La Libertad Avanza a Fuerza Patria. “Habría que preguntarse por qué Gray sí estuvo con Fuerza Patria en la elección provincial y por qué no en la nacional. Si vamos a hacer una autocrítica, hay que hacerla completa”, indicó un dirigente cercano a Kicillof.
El papel de los intendentes también estuvo en el centro de la discusión. Al cierre de listas, varios jefes comunales no integraron la nómina que acompañó a Jorge Taiana. “Es un mensaje para los dirigentes nacionales: los intendentes somos quienes tenemos los votos”, subrayó Gastón Granados, intendente de Ezeiza.





























