La actriz presentó su nueva película La mujer de la fila y defendió la importancia del cine de autor y emergente, tras la polémica generada por los comentarios de Guillermo Francella sobre el cine premiado que ignora al público.
Natalia Oreiro: “El éxito de una película no depende de la cantidad de espectadores”
Natalia Oreiro dialogó con la prensa durante la avant premiere de La mujer de la fila y afirmó que “el éxito de una película no radica en la cantidad de espectadores que vayan a verla”, en respuesta a las declaraciones de Guillermo Francella, quien había señalado que “hay cine muy premiado que le da la espalda al público”. Sus comentarios generaron críticas por presuntamente desestimar al cine independiente y a proyectos más pequeños.
“Celebro que todos puedan expresarse y que se respete su opinión, aunque uno no coincida. Personalmente, creo que debe hacerse cine de todo tipo. A mí, siendo actriz popular, me encanta hacer películas masivas donde el público pueda reírse e identificarse, pero también considero fundamental el cine de autor, emergente y las óperas primas”, dijo Oreiro. Destacó además el trabajo de directores como Benjamín Ávila, responsable de Infancia Clandestina y de esta nueva película, valorando su aporte al cine independiente argentino.
Sobre la diferencia de criterios con Francella, Oreiro rememoró con afecto su colaboración con él en Un argentino en Nueva York (1998): “A Guillermo lo quiero mucho porque hice mi primera película con él. ¡Imaginate si no lo voy a recordar con cariño! Voy a ver su película (Homo Argentum) y le mandaré la invitación para que vea la nuestra. Reducir un hecho artístico a una corriente política me parece demasiado simple. Yo abogo por la diversidad de proyectos y opiniones; creo que pueden coexistir”.
Oreiro también resaltó la relevancia del cine argentino en festivales internacionales y subrayó la necesidad de conectar con el público: “Estamos en un momento difícil, no solo en nuestra industria, sino en el país y en el mundo. Pero hay que seguir haciendo cosas que emocionen y acerquen al público. Subestimar al espectador diciéndole cómo debe ver una película o qué cine debe elegir por su ideología, me parece equivocado. El arte no funciona así, y el cine tampoco”.

