“En los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028 apunto a una medalla”

“En los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028 apunto a una medalla. Ya no voy para aprender ni para sumar experiencia. Voy para competir entre los mejores y pelear por el podio. Para eso y por eso, es que decidí hacer otra campaña y dedicarle a este sueño cuatro años más de mi vida”, expresó el regatista santafesino Francisco Guaragna Rigonat, quien representó al país en Japón 2021 y Francia 2024 en la clase Ilca 7 de vela.

Nacido en Rufino, fue 24º en Tokio y 27º en Francia 2024. Obtuvo medallas de plata en los Juegos Odesur de Cochabamba 2018 y Asunción 2022, y alcanzó el subcampeonato sudamericano en Paracas, Perú. En diálogo con Junin Al Minuto, también destacó las posibilidades de la dupla integrada por Mateo Majdalani y Eugenia Bosco, medallistas de plata en París 2024: “Tienen talento, experiencia y una química como equipo muy buena. Ya saben lo que es ganar una medalla olímpica y eso es una ventaja muy grande”.

Guaragna Rigonat compitió en cinco certámenes de Grand Slam internacional y en el Campeonato Europeo de su categoría, logrando ubicaciones dentro del top ten en Hyeres (cuarto), Los Ángeles (décimo), Amsterdam (quinto) y Marstran (sexto).

Consultado sobre su experiencia en París 2024, señaló que regresó decepcionado: “Cuando uno se prepara durante cuatro años para que todo se defina en una sola semana, y esa semana no sale como imaginaste, duele. Ese resultado no representaba realmente mi nivel, sino un mal torneo en el peor momento”.

Afirmó que el golpe tuvo un fuerte impacto emocional, pero que lo transformó en un motor de crecimiento: “Fue un proceso largo de digestión y análisis. Hoy puedo decir que ese golpe fue un punto de inflexión positivo”.

Entre los aspectos que reconoció haber descuidado, mencionó la gestión de la presión y del entorno: “Estaba tan enfocado en entrenar, viajar y competir que dejé de lado el equilibrio mental”. Este aprendizaje lo llevó a reformular su preparación: “Trabajé más en la parte mental y en mi estructura deportiva. Ajusté métodos de entrenamiento, preparación física y la forma de preparar cada regata”.

El deportista destacó su resiliencia como una de sus principales fortalezas, aunque identificó la gestión emocional y la toma de decisiones en momentos críticos como puntos a mejorar. Sobre el trabajo mental dijo: “Significa ser capaz de mostrar mi mejor versión en el momento que importa. Santiago Lange me decía que la clave era abstraerse del ‘circo olímpico’ y hacer de cuenta que estaba navegando en la laguna de Junín”.

En relación con las becas deportivas, sostuvo que son un apoyo fundamental, pero insuficiente para cubrir las exigencias de una campaña olímpica: viajes, material, embarcaciones y equipo técnico. Por ello, también buscan financiamiento privado, algo que considera complejo para un deporte poco popular en el país.

Respecto del camino para consolidarse entre los diez mejores del mundo, aseguró que la clave es la regularidad: “Este fue el mejor año de mi carrera gracias al trabajo mental, físico y técnico post-París. Y todavía quedan tres años para seguir creciendo”.

Sobre Majdalani y Bosco, fue contundente: “Sí, absolutamente. Pueden repetir podio. Ya saben lo que es ganar una medalla olímpica”.

Finalmente, analizó el recambio generacional dentro de la flota olímpica argentina: “La renovación se da en cada ciclo. Este se caracteriza por una evolución constante y un aumento en la exigencia. Los más jóvenes vienen muy preparados, pero la experiencia también pesa”.