La Federación de Empresarios de Combustibles (FECRA) realizará próximamente su asamblea mensual para iniciar el balance del año. Tras el encuentro formal, habrá una charla entre los asociados, que por primera vez se llevará a cabo en Junín, ciudad elegida además para la despedida anual de la entidad.
El empresario y referente local del sector, José Chocrón, dialogó con este medio y expuso su mirada sobre la situación actual de la actividad.
Balance anual y perspectivas para el proximo año
El entrevistado describe 2025 como un año marcado por la inestabilidad económica y la incertidumbre electoral, situación que generó una conducta de consumo contenida y postergó decisiones tanto individuales como empresariales. Señala que cada etapa política —septiembre, octubre y la transición hacia diciembre— generó expectativas de mejora que no terminaron de concretarse, evidenciando un clima general de espera y cautela.
En relación con los costos, destaca que el precio del combustible continúa ajustándose al ritmo de la inflación —entre 2% y 3% mensual— y que los incrementos impositivos pueden empujar esa suba por encima del 4%. Esto coloca al sector levemente por encima de la inflación general, debido a un rezago previo en los impuestos internos que aún se está corrigiendo.
Respecto de 2026, la expectativa central es que mejore el poder adquisitivo de los consumidores. Según el entrevistado, solo si la población recupera capacidad de gasto podrá consolidarse un entorno más favorable para la actividad empresarial, subrayando así la dependencia del sector respecto del bienestar económico general.
Fuerte caída en las ventas de combustible
También señaló que las ventas de combustible continúan en descenso y permanecen en una “meseta” baja, producto principalmente de la pérdida de poder adquisitivo. Aunque reconoce una leve estabilización inflacionaria, advierte que cualquier recuperación será gradual y sólo visible en el mediano o largo plazo.
Subraya que las estaciones de servicio operan con costos estructurales elevados —particularmente en seguridad y mantenimiento— debido a la naturaleza riesgosa y continua de la actividad, lo que hace más difícil sostener la rentabilidad en un contexto de demanda deprimida.
A esto se suma un factor externo crítico: la situación hídrica en Junín, la región y la provincia de Buenos Aires. Las inundaciones reducen la actividad agrícola y el transporte, generando un impacto directo en el consumo de combustible y colocando a muchas estaciones por debajo de su punto de equilibrio.
Finalmente, menciona tensiones financieras dentro de la red de pagos. Productores afectados por las inundaciones no pueden cumplir sus compromisos, lo que obliga a renegociaciones constantes con clientes. Aun así, el entrevistado interpreta estos problemas como coyunturales y confía en que mejorarán cuando las condiciones climáticas se normalicen.
Uso de Energía solar
Frente a la caída en la rentabilidad tradicional, las estaciones de servicio comienzan a incorporar energía solar como estrategia para reducir costos fijos y disminuir su dependencia del volumen de ventas. Esta diversificación energética aparece como una respuesta pragmática en un contexto donde los márgenes se estrechan y la demanda se estanca.
Según Chocrón, un número creciente de estaciones ya instaló paneles solares, logrando ahorros de hasta un 30% según la superficie disponible en los techos. Además del beneficio económico, destaca el impacto ambiental positivo y el potencial de Junín para expandir esta tecnología, dada la amplia infraestructura aérea que ofrecen las estaciones.
La adopción de energía solar se presenta así como un cambio estructural en el modelo de operación del sector: no solo abarata costos, sino que introduce una lógica más sostenible y reduce la vulnerabilidad frente a las fluctuaciones del mercado de combustibles.
Autodespacho beneficioso para la ciudad
La Secretaría de Energía habilitó este año la modalidad de autodespacho de combustibles en todo el país, una iniciativa que el Gobierno impulsa como alternativa voluntaria para modernizar el sector. Aunque ya funciona en Buenos Aires, Córdoba y Rosario —principalmente bajo la implementación de YPF—, su adopción avanza con lentitud y se concentra sobre todo en horarios nocturnos.
Chocrón considera que el sistema sería beneficioso para las estaciones locales, pero advierte que todavía no ofrece un incentivo real al consumidor: la falta de un precio diferencial limita su atractivo. Prevén que esta cuestión será revisada a corto o mediano plazo, lo que podría volver más competitiva la opción de autogestión.
Sin embargo, subraya que la modalidad exige altos estándares de seguridad y una fuerte capacitación del público, ya que la operación directa del combustible implica riesgos. Los empleados están preparados, pero la adaptación del cliente continúa siendo un desafío. En ese marco, Junín fue sede de capacitaciones impulsadas por FECRA para reforzar la prevención.
Además, menciona que los cursos recientes incorporan herramientas de inteligencia artificial, orientadas a reducir errores y mejorar la seguridad operativa. Aunque aún están en una etapa inicial, estas tecnologías empiezan a perfilarse como un componente estratégico para modernizar la gestión y mitigar riesgos tanto internos como externos.
