La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner volvió a cuestionar la “reapertura acelerada” de la causa conocida como Cuadernos, a la que calificó de “trucha”, y sostuvo que forma parte de una “agenda judicial orientada a la distracción”. En ese contexto, difundió el testimonio de un detenido que aseguró haber sido víctima de torturas antes de acceder a declarar como testigo colaborador.
Causa Cuadernos: Cristina Kirchner denunció torturas a los “arrepentidos”
Apuntó contra el fiscal Stornelli
La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner renovó sus críticas al juicio por la causa Cuadernos, denunció torturas contra los imputados que luego se convirtieron en “arrepentidos” y apuntó directamente contra el fiscal Carlos Stornelli, a quien acusó de haber manipulado las declaraciones en el expediente.
Según relató, uno de los detenidos fue mantenido en una celda sin ventanas, bajo un reflector encendido las 24 horas y filmado constantemente. “Nunca sabía si era de día o de noche. Lo filmaban como si el tormento necesitara testigos, pero le negaban el contacto humano. Esa combinación de luz perpetua, vigilancia y soledad no es un exceso administrativo: es lo que llaman tortura blanca, diseñada para quebrar la mente sin dejar marcas visibles”, expresó la exmandataria.
Fernández de Kirchner compartió además el testimonio del abogado Roberto Herrera, quien contó que uno de sus defendidos estuvo cerca de un mes en esas condiciones antes de declarar como testigo colaborador. “Cuando él declara como arrepentido, estuvo en el lugar de detención de Cavia, donde permaneció aislado, con un reflector las 24 horas y bajo vigilancia permanente. No sabía si era de día o de noche, y nosotros no podíamos verlo porque había ingresado al sistema de testigos protegidos”, citó la expresidenta.
En ese contexto, aseguró que “esto ya no es lawfare, sino persecución política con métodos propios de las dictaduras”.
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CFK vs. Stornelli
La exmandataria señaló al fiscal Carlos Stornelli como responsable de las presuntas irregularidades en la causa. “Es quien escribió el guion que se está leyendo en este circo y que se reproduce con grandes titulares en Clarín y La Nación”, sostuvo. Y añadió: “Es el mismo que extorsionó y llegó a torturar a los acusados para que dijeran lo que él quería como ‘arrepentidos’”.
Cristina también recordó que Stornelli fue procesado por asociación ilícita en una causa por extorsión a un empresario y por instalar una cámara oculta a un abogado defensor. “A pesar de las pruebas en su contra, terminó siendo salvado por la Corte de los Tres”, afirmó.
Además, lo vinculó con otro episodio: “Es el fiscal Carlos Stornelli, el mismo que intentó plantarle cocaína al exmarido de su actual pareja”.
“Agenda judicial para la distracción”
Fernández de Kirchner sostuvo que todas las irregularidades en el caso fueron “amparadas por el bestiario judicial del macrismo: jueces y fiscales al servicio del poder económico, siempre listos para perseguir a la oposición política y garantizar impunidad a los verdaderos delincuentes”.
Asimismo, cuestionó la reapertura de la causa y la definió como una maniobra política: “La reapertura acelerada de los Cuadernos truchos no tiene nada que ver con la Justicia. Es agenda judicial para la distracción: si no hay pan, que haya circo”.
En paralelo, vinculó el tema con la situación económica y la inflación. “Te dicen que los precios no suben, pero pagás cada vez más de luz, gas, transporte, alquiler y prepaga, mientras la recesión avanza”, planteó.
Por último, se refirió al último índice de inflación informado por el INDEC: “El número que dio ayer fue de 2,3%. No solo viene creciendo desde hace meses, sino que, si se anualiza como hace Milei, da 27,6%. Es más alta que la que dejamos en 2015, la midas como la midas”.
El negocio de Bessent
Cristina Fernández de Kirchner también se refirió a lo que calificó como una “oscura operación de rescate” por parte de Estados Unidos al gobierno de Javier Milei.
“Bessent ya lo confesó: prestarle a Milei fue un gran negocio para Estados Unidos”, afirmó la expresidenta, y sostuvo que se trata de “colonialismo financiero con cómplices locales, no de economía”.
En esa línea, advirtió que “siempre hay alguien dentro del Estado que firma los swaps, el endeudamiento o las ventajas cambiarias y convierte la soberanía en negocio ajeno”.
Fernández de Kirchner agregó que “cuando el Estado se convierte en garante de negocios ajenos y sus funcionarios en facilitadores de rentas externas, no es inversión: es delito”.
Finalmente, calificó la situación como “una verdadera estafa y defraudación al Estado argentino”, y cuestionó que “ningún juez ni fiscal argentino parezca tomar nota de ello”.
















