Trump advierte que el Gobierno federal podría cerrar si no hay acuerdo presupuestario

Estados Unidos enfrenta la posibilidad de un cierre administrativo del Gobierno debido a la falta de consenso entre republicanos y demócratas, advirtió el presidente Donald Trump. Según el mandatario, la responsabilidad del estancamiento recae en la oposición, que mantiene bloqueadas las negociaciones sobre un presupuesto que permita el funcionamiento pleno de la Administración.

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«Ellos van a cerrarlo, no nosotros. No queremos cerrar porque estamos viviendo el mejor periodo que se conoce», dijo Trump desde el Despacho Oval. Además, criticó a los demócratas por querer ofrecer programas de salud como Medicare a inmigrantes legales, alegando que esto atrae a más personas al país.


Paralización de servicios y empleados afectados

Si no se aprueba un presupuesto, incluso temporal, cientos de miles de empleados federales podrían quedar sin sueldo, mientras que muchos servicios no esenciales se interrumpirían. Trump señaló: “Podemos hacer cosas durante el cierre que son irreversibles… como despedir a una gran cantidad de personas o cortar cosas que a ellos les gustan”, en referencia a los demócratas.

La Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO) estima que unos 750.000 funcionarios podrían verse afectados, con pérdidas salariales de aproximadamente 400 millones de dólares. El cierre más reciente, de diciembre de 2018 a enero de 2019, duró 35 días y redujo el Producto Interno Bruto en 11.000 millones de dólares, convirtiéndose en el más largo de la historia de Estados Unidos.


Impacto y servicios prioritarios

En caso de un cierre parcial, se verían afectados servicios no esenciales como museos, parques nacionales y algunos trámites burocráticos. Sin embargo, las agencias encargadas de la seguridad, desde el FBI hasta controladores aéreos, seguirían operando, aunque sus empleados no recibirían salarios hasta que se apruebe un nuevo presupuesto.


Posiciones enfrentadas

Los republicanos proponen prorrogar el presupuesto actual hasta fines de noviembre, mientras que los demócratas buscan recuperar fondos para la salud pública, especialmente para programas de seguro médico de la clase baja que podrían ser recortados por la legislación presupuestaria vigente.

Aunque los republicanos tienen mayoría en ambas cámaras, el Senado requiere 60 votos para aprobar un presupuesto, lo que implica apoyo de al menos siete demócratas. Las reuniones entre Trump y líderes de ambos partidos no lograron destrabar las diferencias.

El líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, afirmó: “Tenemos la voluntad y la capacidad de alcanzar un acuerdo bipartidista que responda a las necesidades de salud, seguridad y prosperidad del pueblo estadounidense, pero no apoyaremos un proyecto republicano que siga desmantelando el sistema sanitario”.


Consecuencias económicas

Analistas señalan que cada semana de cierre podría reducir el crecimiento del PIB estadounidense en 0,2 puntos porcentuales. A diferencia de cierres anteriores, la actual administración podría aprovechar la situación para recortar aún más subvenciones y modificar las condiciones laborales de los empleados federales.

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