La experimentada banda escocesa recicló en beneficio de su sonido indie la tradición cancionera y pop, con un puñado de canciones que respiraron frescura y luminosidad.
Teenage Fanclub: el desembarco porteño que se hizo esperar
El público porteño sintió una verdadera reunión de amigos durante el recital de Teenage Fanclub en la sala C Art Media. Los cantantes y guitarristas Norman Blake y Raymond McGinley se conocen desde hace casi cuatro décadas, y esa complicidad se mantiene como el sostén compositivo y creativo de la banda. A lo largo de los años, han logrado evitar separaciones y cultivar amistades con figuras como Liam Gallagher y Kurt Cobain, consolidando su lugar como una referencia del indie y el power pop escocés.
Su sonido, heredero de The Beach Boys, The Beatles, The Kinks, Neil Young, The Byrds y, especialmente, Big Star, combina melodías dulces con fuerza guitarrera, creando un estilo que se mantiene fresco y luminoso incluso después de tantos años. En Buenos Aires, Teenage Fanclub presentó canciones de su último disco Nothing Lasts Forever (2023) y celebró el 30° aniversario de Grand Prix, en un repertorio cuidadosamente armado para recorrer su carrera.
El quinteto abrió con “Tired of Being Alone” y “About You”, del último disco y Grand Prix, respectivamente, y continuó repasando clásicos como “Endless Arcade”, “The Cabbage”, “Alcoholiday” y “I Don’t Want Control of You”. Durante el show, Blake y McGinley alternaron roles y voces, mientras la banda se sumergía en texturas sonoras que iban del folk minimalista a explosiones de garaje y psicodelia indie.
El cierre del recital fue un repaso a himnos generacionales como “What You Do To Me”, “Your Love is the Place Where I Come From”, “Neil Jung” y “The Concept”. El bis sorprendió con “Falling Into the Sun” y “Mellow Doubt”, confirmando que, décadas después, Teenage Fanclub sigue disfrutando de la música y compartiendo esa alegría con su público, en un show donde la amistad, la historia y la creatividad se hicieron presentes en cada acorde.

